Aprender inglés no es solo cosa del aula. Cuanto más contacto tengamos con el idioma en nuestro día a día, más natural nos resultará. Introducir el inglés en casa a través de series, películas y libros es una forma efectiva y divertida de reforzar lo aprendido sin que parezca un esfuerzo extra.
Las series y películas en versión original ayudan a mejorar la pronunciación, ampliar vocabulario y acostumbrar el oído al idioma real. Lo mismo ocurre con la lectura: los cuentos y libros en inglés refuerzan la gramática y la comprensión de manera amena.
Empieza con subtítulos en español y, poco a poco, cambia a subtítulos en inglés hasta prescindir de ellos. Elige libros con ilustraciones o adaptados al nivel del niño. Y lo más importante: ¡haz que sea divertido!
Al rodearnos de inglés en nuestras rutinas diarias, creamos un ambiente natural de aprendizaje. Convertir el inglés en una parte del día a día ayuda a interiorizar el idioma de forma progresiva y efectiva.